jueves, 7 de abril de 2016

1- PRÓLOGO DEL NUEVO TIEMPO


         18-02-16.- 12hs.

         El Anclaje de energías espirituales de origen solar y cósmico en el corazón de la Tierra(1) y la generación y gestación de ‘Antenas de Luz’ en el campo magnético planetario está llevando a la Tierra a su nuevo estado vibracional el cual, en su cenit, verá establecido “El Nuevo Tiempo”.

         “Nuevo Tiempo” es sinónimo de los términos “Nueva Raza” y/o “Nueva Tierra”. Estos términos son análogos en significado, ya que ‘Nuevo Tiempo’ significa ‘nuevo ciclo’ de vida con la correspondiente manifestación de ‘nuevas tierras’ (nuevos continentes) y nuevas especies de vida sobre las nuevas tierras. La nueva especie de vida humana que está en preparación y que se manifestará en el futuro es la NUEVA RAZA RAÍZ (la sexta), la cual habitará una nueva tierra, entendido esto en forma objetiva y subjetiva. La Tierra será nueva en vibración porque será una tierra constituida de materia más sutil, pero también ‘nueva’ en sentido geológico, ya que después de las grandes sacudidas y movimientos de la Purificación Global se habrán deprimido muchas tierras perdiéndose bajo las aguas oceánicas, así como emergerán masas de tierra desde el fondo oceánico trayendo en ocasiones hacia la superficie tierras antes sepultadas en cataclismos pasados…
         El resurgimiento de la Atlántida, del cual se ha hablado ya, es un vaticinio cierto y verdadero. Emergerán porciones del legendario Poseidonis o Tierra Atlántica, y al emerger volverán a la superficie de la vida conocimientos y energías perdidas y ocultas por miles de años. Secretos talismanes de la Luz Solar que habían sido activados hace miles de años por sacerdotes atlantes volverán a formar parte de la Red de Luz Planetaria, reactivándose con el surgimiento del perdido continente y con la acción consciente de los sacerdotes de antaño, los cuales en su nueva encarnación en la Nueva Raza, sabrán qué hacer.
         Esto que puede parecer fantasía de mentes soñadoras será lo que ocurrirá, y nada raro hay en ello en verdad ya que, quienes han estudiado las transformaciones de la Tierra a través de las eras geológicas y el desarrollo y decaimiento sucesivo de diferentes razas humanas, saben que todo está en continuo movimiento. Humanidades surgen, mientras que otras civilizaciones caen y desaparecen; tierras continentales se hunden bajo las aguas, mientras que nuevas tierras intraoceánicas ven por vez primera la luz del sol.
         Gaia es un ser viviente en continua transformación y sus grandes ciclos representan una verdadera TRANSFIGURACIÓN en todo su ser físico y sutil. Al cambiar los continentes y surgir allí una nueva raza cambia substancialmente la vibración planetaria. Este es un hecho cierto y claro para los estudiantes esoteristas serios, que comprenden que la naturaleza de los cambios radicales es fundamentalmente energética, vibracional.
Hablamos aquí de “cambios radicales”, no de cambios graduales dentro de su ciclo de vida. Un cambio radical ocurre al terminar un ciclo de vida con sus correspondientes cambios y procesos graduales. Al finalizar un ciclo (humano, racial, planetario, etc.) el estado del ser (micro y macro-ser) cambia totalmente, radicalmente, y para ello es necesario un nuevo escenario vibratorio y geológico sobre el cual el nuevo ‘experimento-vida’ tendrá lugar. Así es como ha ocurrido en cada era racial humana. La Raza Lemuriana (la 3°, pero la 1° en la que el ser humano tuvo ‘mente’ e incipiente autoconsciencia y que mostró forma antropomórfica definida y erguida) era de una tipología y vibración muy diferente a la de las siguientes razas que más tarde surgieron. Esta raza (la lemuriana) vivía en su propio escenario geológico: un gran continente ubicado en parte de lo que hoy es el Océano Pacífico. El fin de esta raza llegó al desaparecer el continente que la albergó (aunque quedaron remanentes raciales lemurianos en otras tierras que fueron desapareciendo con el tiempo). La siguiente raza, la Atlántica, nació con gérmenes genéticos y vibracionales de los más avanzados humanos de la anterior raza pero con mezcla de genes raciales nuevos traídos al planeta Tierra por los Ángeles Genetistas. El resultado de la nueva raza, la 4°, fue un tipo humano muy diferente en tipología y vibración. El continente que albergó a esta nueva raza fue el Continente Atlántico. Después de varios millones de años de desarrollos graduales de esta raza, con el progresivo surgimiento y desarrollo de sus correspondientes 7 subrazas, esta raza llegó a su fin al terminar de hundirse la última porción del Continente Atlántico (o Atlántida) bajo las aguas oceánicas del mismo nombre.
     Así, como puede observarse, cada raza tuvo su correspondiente escenario geológico para desarrollarse y la Tierra generó cambios metamórficos radicales al terminar una era racial y comenzar otra. De manera que lo que podría parecer ‘fantasía’ para algunos, para otros, los estudiosos de arqueología y esoterismo, no lo es.

El Plan Divino sucede por etapas, y en cada etapa o ciclo existen procesos internos que deben lograr manifestarse y completarse. Todo esto supone un gran desafío para los Guías de las sucesivas Razas, los “Manú”(2), y para la Jerarquía Espiritual Planetaria en su totalidad.

Lo que ocurre hoy es el proceso correspondiente a la fase final del ciclo ario, es decir que todo está siendo preparado ya para la terminación del presente ciclo y el surgimiento de uno nuevo, en el cual una nueva tierra (nueva vibración planetaria y nuevo continente) verán nacer al Nuevo Hombre reluciente de la 6° Raza(3). Por eso se ha dicho que este es ‘un tiempo bisagra’, lleno de procesos de cambios y purificaciones globales aceleradas.

Esta primera transmisión solo fue un esbozo inicial de la temática para dar inicio a la serie de escritos que se irán publicando en este nuevo espacio.



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Glosario de este escrito:
1.       El Anclaje de energías espirituales de origen solar y cósmico en el corazón de la Tierra: Es una manera impersonal y científica de entender “el Retorno de Cristo”, considerando a Cristo moco “Energía”. Desde este punto de vista, Cristo nunca se fue de la Tierra porque ‘su energía’ ha permanecido ocultamente en el interior del Planeta y en el corazón de miles de místicos, devotos y hombres de fe y buena voluntad, más allá de las religiones, y está, al menos como chispa virginal en latencia, en todos los seres humanos. Pero desde hace tiempo la ‘Energía-Cristo’, proveniente de fuentes solares cósmicas, ha estado descendiendo a la Tierra incrementando la Luz planetaria. Este ‘descenso’ es gradual y se produciría a través de “inyecciones de Luz” vía los ‘canales de anclaje’ (hombres-anclaje). De esta manera la ‘Presencia-Energía’ de Cristo, enorme conciencia solar universal, se va acrecentando en la Tierra. El punto clímax de este proceso sería SU SEGUNDA VENIDA CON PODER Y GLORIA, donde todo ojo lo verá.

2.       Manú: De la raíz ‘man’ (en sánscrito) que significa “pensar”. Manú sería quien ‘piensa’ el gobierno y el progreso evolutivo de algún sector de vida. Es decir que el Manú es un término genérico que puede aplicarse a diferentes Inteligencias Directrices de muchos grados y rangos diferentes que, según su categoría, pueden gobernar desde un completo Esquema Evolutivo Planetario, un período o ciclo del esquema mayor, o un ciclo menor al cual llamaremos ciclo racial. Corrientemente se utiliza el término Manú para nombrar al responsable y director de una raza raíz (‘Manú Racial’). En este sentido sería quien modela el tipo, color y cualidades de una raza en función del ‘camino multiracial’ hacia el gran ARQUETIPO FINAL del Esquema Evolutivo Planetario. Trabaja ayudado por los Ángeles Genetistas e impulsa el surgimiento de la Raza a su cargo, encarnando él mismo como modelo de la nueva Raza Raíz, produciendo descendencia y guiando a su pueblo según el Propósito que él bien conoce.
Desde el punto de vista de los cargos ejecutivos en la Jerarquía Espiritual Planetaria, ‘Manú’ sería uno de los tres cargos más altos en la Jerarquía después del de ‘Señor del Mundo’ (aunque este podría ser llamado también “Manú Planetario”, por ser el Gobernante del Planeta). Esos tres cargos principales de la Jerarquía son: el cargo de Manú, 1° Rayo de Voluntad, que es quien se ocupa del nacimiento y florecimiento de las Razas Humanas;  el cargo de “Cristo”, 2° Rayo de Amor-Sabiduría, que se encarga del florecimiento de la conciencia espiritual de cada raza; y el cargo de Mahachohan, 3° Rayo de Inteligencia Activa, que se ocupa del desarrollo de la civilización humana en sus diferentes aéreas. El cargo de Manú Racial (como los demás) es ocupado por un ser diferente en cada raza. Se ha dicho que el Manú de la futura 6° Raza será quien fuera conocido como Maestro Morya (o Amhaj) quien reemplazará a quien ocupa hoy dicho cargo en la actual 5° Raza, Vaisvasvata ; y que el cargo de “Cristo” que hoy ocupa Maitreya será ocupado en la futura raza por el Maestro Kut’humi. (Conceptos teosóficos).

3.       Nuevo hombre reluciente de la 6° Raza:   El advenimiento de una raza ocurre en la luz de las esferas sublimes, y se va reflejando en los sucesivos estratos de la vida planetaria, hasta penetrar la oscuridad material. De ese proceso participa una red inconmensurable de ener­gías, seres y conciencias. En él Mi Rayo (del Manú M.) está presente, como guardián del nuevo portal.
(Párrafo extraído del libro “La Voz de Amhaj”).





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